Causas del mal aliento y cómo evitarlo

Una mayor sensibilización de la población por la higiene oral nos hace prestar más atención al mal aliento. La halitosis puede ser un problema de salud pero, sin duda, también es incómodo a nivel social. Con el uso de las mascarillas, muchos se han dado cuenta en los últimos meses de su mal aliento. En nuestro dentista en Málaga te hablamos hoy de los factores que provocan halitosis.

Insuficiente higiene oral

Es una de las causas más comunes. Aunque te cepilles los dientes todos los días puede que no dediques el tiempo necesario o que la técnica no sea correcta. La descomposición de la comida debido a las bacterias de la boca producen un olor desagradable. Es importante eliminar todos los restos de comida que quedan entre los dientes y en la lengua utilizando el cepillo adecuado, hilo dental y enjuague bucal.

Gingivitis

Se trata de la inflamación de las encías debido a la acumulación de placa bacteriana y sarro. Es un paso más de una higiene dental escasa. Muchos pacientes de nuestra clínica dental en Málaga se dan cuenta de que padecen una enfermedad gingival por el mal aliento.

Problemas estomacales y otras enfermedades

Si los alimentos que ingerimos no se descomponen correctamente en el intestino causan reflujo gástrico. A esto se le suman problemas de digestión, de estreñimiento o ciertos trastornos intestinales. Es más, tener el estómago vacío también puede provocar mal aliento ya que se reduce significativamente la producción de saliva.

El origen puede encontrarse en otras patologías previas como sinusitis o diabetes. Incluso en el consumo de algunos medicamentos.

Algunos alimentos desprenden un fuerte olor

En este caso el mal aliento es pasajero. Alimentos y bebidas como el ajo, la cebolla, el café o el alcohol son los culpables de un aliento intenso. La solución es sencilla: evitar su consumo. Se unen a este grupo hábitos poco saludables como fumar. Los culpables del mal aliento son los agentes nocivos del tabaco que se desprenden en forma de humo y que provocan sequedad bucal.

Para acabar con el mal aliento la solución más urgente es comprometerse con una profunda y rigurosa rutina de higiene oral. Además, beber agua frecuentemente para evitar la sequedad y llevar un control en la alimentación. Si sufres halitosis y desconoces el motivo, pide cita en nuestra clínica dental para encontrar una solución que se ajuste a la causa.

Pide cita en nuestros centros en Málaga y te atenderemos encantados.

Halitosis: causas y tratamiento

La halitosis es un problema común que causa vergüenza y ansiedad social a muchas personas, a pesar de que en la mayor parte de los casos es prevenible y tiene solución.

Origen del mal aliento

Las causas pueden ser diversas. La halitosis puede deberse a trastornos del aparato respiratorio (sinusitis, pólipos nasales, bronquitis…), del aparato digestivo (reflujos gástricos), enfermedades hepáticas o renales, la diabetes…

Sin embargo, en el 90% de los casos el problema proviene de la propia cavidad oral, normalmente por la acumulación de placa bacteriana que, cuando se descompone, desprende mal olor. Estas son las principales razones:

  • Mala higiene bucodental. La placa bacteriana, la irritación de las encías y las patologías como la caries, la gingivitis y la periodontitis provocan mal sabor de boca y halitosis.
  • Algunos alimentos, como las cebollas, el ajo y las especias, también pueden causar mal aliento.
  • La nicotina y el alquitrán del tabaco provocan su propio olor desagradable en la cavidad oral.
  • El síndrome de la boca seca o xerostomía. La saliva contribuye a controlar la proliferación de los microorganismos que causan mal olor, por lo que si las glándulas salivales sufren alguna alteración en su funcionamiento corremos el riesgo de que aumente la placa bacteriana.
  • Algunos medicamentos liberan sustancias químicas que provocan mal aliento.

Tratamiento de la halitosis

Lo fundamental, como siempre, es mantener una buena higiene bucal. Si tu mal aliento se debe a una acumulación de placa en los dientes, tu dentista en Málaga puede recomendarte un enjuague bucal o dentifríco con agentes antibióticos específicos para la eliminación de las bacterias.

Es importante no olvidar tampoco la limpieza de la lengua, ya sea con un cepillo de dientes o con un rascador lingual.

Si utilizas prótesis o aparatos de ortodoncia, es esencial limpiarlos a fondo al menos una vez al día.

Evita la sequedad oral bebiendo mucha agua y evitando el café, los refrescos y el alcohol. Mastica chicles sin azúcar para estimular la producción de saliva. Si sufres sequedad de boca crónica, el odontólogo puede recetarte un medicamento oral que aumente su flujo.

Si ya has desarrollado una enfermedad de las encías, es posible que sea un periodoncista o un higienista dental profesional quien se encargue de tu problema.

Programa visitas regulares en nuestra clínica dental en Málaga para constatar el estado de tu cavidad oral. El equipo de dentistas de Clínica García de Molina te ayudará a acabar con la halitosis. Pídenos información.

Descubre cómo funciona el irrigador dental

Existen muchas herramientas destinadas a mejorar la higiene bucal y la limpieza de los dientes. Herramientas que facilitan el trabajo de las personas por cuenta propia. Lo que puede hacer que sea menos necesario visitar a los dentistas en Málaga gracias a una boca bien cuidada. Una de estas herramientas es el irrigador dental, todavía desconocida para mucha gente, pero con interesantes aplicaciones. Descubre cómo funciona el irrigador dental y empieza a usarlo cuanto antes.

Qué es el irrigador dental

Un irrigador bucal es un aparato destinado a aplicar un chorro de agua a presión sobre los dientes. Con el objetivo de eliminar restos y suciedad gracias a dicha presión, lo que no logra ninguna otra herramienta de limpieza. Elimina fácilmente la placa bacteriana y además estimula las encías para reforzarlas. Aunque nunca es un sustituto del cepillado, sino un complemento como el enjuague bucal o el hilo dental.

 

Pasos para utilizar el irrigador bucal

El uso del irrigador bucal es mucho más sencillo de lo que parece. Desde nuestra clínica dental de Málaga te lo contamos.

Una vez cepillados los dientes y bien limpios, es el momento de utilizarlo. El primer paso es rellenar el depósito del irrigador con agua, aunque también puede utilizarse colutorio para aumentar su efectividad.

Seguidamente, se asegura la boquilla en el irrigador y se introduce el aparato en la boca, frente a las encías. La colocación del mismo debe ser en ángulo recto, para lograr la máxima acción una vez activado.

El irrigador permite ajustar la presión y mantenerlo durante el tiempo deseado, dependiendo de los resultados que se quieran obtener. Aunque la recomendación se encuentra entre uno o dos minutos en cada aplicación. Entonces será suficiente con encenderlo y moverlo sobre los dientes y las encías hasta completar toda la boca.

Una vez finalizado el proceso, habrá que limpiar y secar todas las piezas del irrigador y almacenarlas en un lugar adecuado hasta el próximo uso.

Si todavía tienes dudas al respecto, ven a visitarnos a nuestra clínica dental en Málaga. Te enseñaremos a usar el irrigador dental y te daremos todos los consejos para mantener tu boca siempre perfecta.